Hay momentos en la vida que marcan un antes y un después, instantes que quedan grabados en el alma para siempre. Hoy es uno de esos días especiales, donde mis sueños de niño se mezclan con la ilusión de una nueva etapa. Quiero que me acompañes en esta celebración, porque tu presencia es parte fundamental de mi historia y de los recuerdos que llevaré conmigo por siempre.

Este día representa mucho más que un cumpleaños; es el reflejo de todo lo que soy y lo que espero ser. Por eso, deseo compartir contigo cada sonrisa, cada emoción y cada paso que dé en esta noche tan mágica. Gracias por estar a mi lado en mis XV años, en este momento que guardaré para siempre en el corazón.